¿Qué es el propósito de vida?
Desde que era niña siempre me he hecho preguntas, preguntas que los niños normalmente no se hacían. Muchas personas adultas me decían que me había tragado a una viejecita precisamente por mis expresiones a la hora de hablar, mis ocurrencias y esas ansias de conocer y saber lo que había detrás de lo se veía a simple vista. Pero poco a poco, marcada por esas heridas de la infancia que me hacían comportarme como una persona insegura y que no merecía mucho más de lo que tenía, me fui resignando. De esta manera, todas mis decisiones en la vida fueron respondiendo a las circunstancias externas, a las opiniones de mi familia o personas cercanas.
Tras años viviendo con mucha apatía y desilusión, con 28 años caí en una profunda depresión y tuve un trastorno de ansiedad, provocado por vivir alejada de una vida con propósito. Tras un año de baja laboral abandoné el trabajo y me fui a Inglaterra. El fondo de la cuestión es que siempre ha existido en mi como una necesidad superior que no era fácilmente cubierta y que me invitaba a la búsqueda una y otra vez.
Aunque fue hace 12 años cuando comencé realmente a buscar de una manera más activa qué era eso que dentro de mi gritaba su existencia y aún no había encontrado, fue cuando inicie mi camino en el mundo del desarrollo y crecimiento personal cuando el tema del propósito empezó a latir con más fuerza. Si quieres saber más sobre mi historia, puedes conocerla en mi libro: «Que el miedo no te detenga. Cómo sanar a través del propósito”.
A pesar de haber estado convencida siempre de la existencia de un propósito mayor para cada persona, es cierto que la manera en la que me llegaba cierta información sobre el propósito acababa por producirme una gran frustración. Tras mucho tiempo de autoconocimiento, de estudio, experimentación e indagación, puedo decirte que el verdadero propósito de vida de todas las personas es la evolución interior, que solo puede ser llevada a cabo a través de nuestra misión, que no es otra que la de sanar. Tú propósito es vivir con propósito, y qué mayor propósito puedes tener que ocuparte de conocerte a ti misma y de hacer cada día cosas que se acerquen a ti, que te traigan paz y te produzcan un bienestar interior.
Tú misión de vida es aquello que necesitas hacer para cumplir con tu propósito, es decir, con tu evolución. Todas las personas estamos aquí para evolucionar pero no todas necesitamos hacerlo en los mismos puntos. Es ahí en donde radica la particularidad de cada una. Y la gran respuesta a la gran pregunta está escondida tras tu historia personal. Pregúntate, ¿Cuáles son las experiencias que más se me repiten? ¿Qué tipo de conductas suelo adoptar o qué patrones de comportamiento sigo?, ¿qué tipo de personas son las que suelen llegar a mi? Si bien es cierto que todas estas preguntas te van a ir dando pistas, la que resume a todas ellas es: ¿Qué es lo que más temo en la vida? Detrás de un gran miedo siempre hay un gran deseo, y no hay evolución posible sin enfrentarlo.
Del tipo de miedo que te hablo, no es el de un pinchazo con una aguja, sino que te estoy hablando de nuestros miedos más profundos. Estos miedos son nuestras heridas de la infancia: abandono, rechazo, humillación, traición e injusticia. Cada herida tiene un propósito, que es la necesidad de ser sanada. Esa es la principal labor que puedes hacer por ti misma y por las demás personas: sanar. Por lo que otra pregunta que te ayudará a dar con tu propósito de vida es: ¿qué he sanado o superado?
¿Cuáles son los dos pasos para encontrar tu propósito vital?
1.- Autoconocerte
Es a través de conocerte a ti misma que vas a poder saber cuál es tu para qué. El propósito de vida es la respuesta a la pregunta: ¿Para qué estoy aquí?, que como ya hemos visto anteriormente, puedes llegar a responderla haciéndote otra serie de preguntas acerca de tu experiencia de vida.
Pero el autoconocimiento además de servirte para entender tu historia personal y saber qué es aquello en lo que necesitas evolucionar, también se servirá para conocer cuáles son las cosas que haces una manera extraordinaria. Y para ello, hay otra seria de preguntas que te puedes hacer. Si quieres conocer cuáles son estas preguntas y profundizar más en el tema del propósito, puedes hacerlo adquiriendo mi libro “Que el miedo no te detenga. Cómo sanar a través del propósito”.
Es importante tener claros varios conceptos:
Propósito: Evolución personal.
Misión: Aquello que necesitamos realizar para llevar a cabo esa evolución.
Talentos y dones: Aquello que realizamos con una facilidad pasmosa y en lo que no necesitamos implicar mucha energía para realizarlo pues sale con mucha naturalidad y espontaneidad.
Habilidades: esto es algo que se adquiere con la práctica y que puede llegar a dominar cualquiera que se lo proponga por la práctica reiterada en el tiempo. Implica un importante gasto energético.
Pasiones: Disfrutas tanto haciéndolo que llegas a perder la noción del tiempo. Te encuentras en tu elemento, en tu lugar, en un momento de inspiración divina. Las pasiones acompañadas de dones es lo que te hacen llegar al siguiente nivel.
El propósito siempre es el mismo, la evolución, pero a medida que lo vamos haciendo nuestras misiones van cambiando para seguir con ese camino de progreso interior.
2.- Vivir con propósito
“Vivir con propósito es tener todos los días acciones concretas a realizar y que esas acciones te lleven a un objetivo”.
Sonia Mesa
Igual que la pregunta que más te ayudará a encontrar tu propósito es la de: ¿qué he sanado o superado?, la que da respuesta a cómo vivir con propósito es la de: ¿qué estoy sanando o superando? Tú objetivo es la sanación de esas heridas que te impiden vivir plenamente, y vivir con propósito es realizar las acciones necesarias para conseguir ese objetivo.
Yo para vivir en propósito siempre me hago estas preguntas. Me encantaría saber qué haces tú que te ayuda a sentir que vives con propósito. No dudes en compartilo en comentarios.
Gracias por ser y estar.
Que el miedo no te detenga.
